La codicia

Codicia/avaricia, el tercero de los pecados.

Santo Tomás de Aquino describía la codicia como un pecado mortal que atentaba contra Dios, por sustituir las cosas eternas por las temporales.

A su vez, Dante la condena en su purgatorio a arrodillarse en una piedra y recitar los casos de avaricia y sus virtudes.

Todos los pecados tienen sus castigos, concretamente la condena de éste es ser colocado en aceite hirviendo para la eternidad y el demonio correspondiente es Mammon, incitador absoluto de este pecado mortal.

Soy avariciosa con los sentimientos negativos, es decir, no me gusta compartir mis amarguras, no me gusta llorar de tristeza en compañía, soy avariciosa con las desventuras.

Avaricia es no compartir tus besos, los quiero todos para mi.

No compartir los amaneceres, ni los atardeceres, ni nuestro trocito de cielo con su trocito de luna, ni el dolor de cuando te vas y no vuelves.

Avaricia es no compartir el aroma a libertad que emana mi alma, el amor desmedido que siento por la vida, la pasión que tengo hacia mis amigos, sin esperar nada a cambio. No contarte el sueño que me ha despertado a media noche sonriendo.

Avaricia es no compartir este blog, mi segunda casa; codicia es cerrar la puerta a mis blogamigos, no contarles lo que pienso, no visitar sus casas y dejar mi pequeño grano de arena.

Que es la avaricia?

"Es detestable esa avaricia espiritual que tienen los que sabiendo algo, no procuran la transmisión de esos conocimientos."

Miguel de Unamuno