Mi rinconcito
Cada verano hemos procurado salir de vacaciones "fuera de casa", es decir no quedarnos en Barcelona ni cercanías y eso que yo, viviendo en Castelldefels que es una ciudad turística dónde vienen de fuera lo tengo todo, pero es que en verano agobia más que nunca.
Utilizamos el huerto, por que tenemos uno! cada día recolectamos tomates, pimientos, calabacines, berenjenas, patatas que hay en cajas recolectadas también, cebollas, limones, lechugas, acelgas...bueno una vervena de verduras, mis niveles antioxidantes están mejor que nunca. Menos mal que me he traido la thermomix, si no, no sabría que hacer con tanto verdureo.
Pues este año hemos ido solo un poquito fuera.
Y es triste que a veces no valoramos lo que tenemos en nuestra posesión, este año me estoy dando más cuenta que nunca, tenemos una casa rural en Vendrell, Tarragona la cual tenemos hace más de 30 años (aunque ha sido reformada) y toda nuestra infancia la hemos pasado aqui, como eran las infancias antes, medio salvajes, en bañador todo el día y con el bocata de mortadela por la tarde , las bicicletas eran nuestro medio de transporte para ir a espiar alguna masia abandonada o a robar un melón que otro, no había peligro y si te caias y te destrozabas la rodilla, siempre había un buen amigo que te hechaba un escupitajo en la herida y así se curaba.
Esperábamos el verano como agua de mayo, por que nos esperaban las piscinas de uno o de otro y si el agua estaba verde no importaba, las ahogadillas y cuando nos enfadábamos nosotras tirábamos piedras (pequeñitas) y ellos nos tiraban bichos y a la media hora ya estábamos otra vez juntos.
Mi madre, por la mañana me hacía dos coletas tan apretadas que me hacían cara de oriental me ponía la camiseta de Heidi y me mandaba a comprar el pan, en bicicleta claro, a la tienda más próxima que estaba a un kilómetro y medio más o menos, algo impensable hoy en día.
Actualmente no quedamos casi nadie de los de antes, todos nos hemos casado, tenemos hijos y vidas distintas a las que planeábamos cuando teníamos 9 años. Como mucho quedan los padres, que siguen siendo vecinos, personas mayores a las que les tengo un inmenso cariño y creo que es recíproco, eso en el mejor de los casos, por que muchos otros ya han caido.
Hace poco estuve en la boda de uno de los chicos con los que nos hemos criado mis hermanos y yo, ellos son cuatro hermanos más malos que la peste bubónica, pero éramos inseparbles; me hizo mucha ilusión y a pesar de que las conversaciones y la confianza no es la misma, siempre nos queda ese brillo en los ojos que nos sigue uniendo como lo que éramos, amigos de verdad.
Este año estamos aquí los tres solos, pero tampoco nos hace falta nadie más, la verdad, disfrutando de la nada, del silencio, con mucho tiempo y hacemos con él lo que realmente nos apetece, nada!
Utilizamos el huerto, por que tenemos uno! cada día recolectamos tomates, pimientos, calabacines, berenjenas, patatas que hay en cajas recolectadas también, cebollas, limones, lechugas, acelgas...bueno una vervena de verduras, mis niveles antioxidantes están mejor que nunca. Menos mal que me he traido la thermomix, si no, no sabría que hacer con tanto verdureo.
O sea, que la bebida oficial en casa es el gazpacho catalán, por que el andalúz es privilegio de mi madre, que lo hace riquísimo.
También tenemos gallinas, recogemos una media de docena por día, si es que pa que quiero yo el carrefour cerca...
Siento no haber podido poner fotos de la época, por que os hubieran encantado, pero algún día de estos cuando tenga tiempo (algo bastante dificil) escanearé unas cuantas y las pondré.
Como recuerdas tú, tus veranos?
Comentarios
Siempre le quedará Tara, señorita Carlata.
Sr.Shys: pues yo había pensado en poner en las esquinas una gárgolas como las que hay en Le Saint Chapelle, así con un aire gótico.
Winnie0: sí, la casa es bonita, pero no le tengo apego por eso, la adoro por los momentos que hay en cada una de sus esquinitas.
Pues mis veranos los recuerdo gratamente, antes yo vivia en valencia y me pasaba medio verano aqui en mallorca y la otra mitad en un pueblecito de cuenca.
por la mañanas desayunabamos y nos ibamos a la piscina o a la playa depende del sitio, nos poniamos negros del sol , que no sabiamos si eramos payos o gitanos.
luego por la tarde verano azul y siesta y luego volviamos a la calle a montar en bici.
aissss que tiempos.
jajajja,
Es fantastico cuando se vuelve la cabeza un poco hacia nuestros veranos de la infancia eh??
Yo recuerdo mucho el pueblo de mi madre....
Y yo es que n o tengo que recordarlos, pq vengo a Galicia en verano y todo parece estar igual que siempre....
Bezos.
bezos
3 de la mañana.
Un saludo
Me has puesto nostálgico.
Mis veranos eran muy parecidos a los tuyos, aunque aún sigo viendo a algunos amigos de la época y nos juntamos mientras nuestros hijos juegan juntos.
Precisamente hace poco hablábamos de que los veranos de nuestros hijos son muy distintos a los nuestros. Su campo de juegos es mucho más limitado que el nuestro, pues si dejas de verlos 3 segundos ya estamos preocupados, cuando mis padre me perdían de vista a las 9 de la mañana y hasta las 3 de la tarde no sabían nada de mí.
¿No será culpa nuestra?.
PD: ¡Ya estás tardando! Quiero algo que llevarme al blog y te nombro crítica oficial de lo publicado.
Conxa: que bien que has vuelto! pues nada cuando quieras escaparte, no estás tan lejos.
Thiago: esto es como la prueba de seis grados (es así no?), que por un lado u otro estamos unidos, jejeje.
Thiago: Jajajaja, si es cierto, pero hace muchos años de eso. Pero algún día sorprenderé.
Angel: vaya pues entonces estáis cerquita. Al final los estoy leyendo a la vez, a ratos uno y a ratos otro, no son de lectura complicada.
El Vívora: Supongo que algo de culpa tenemos, pero creo que también la vida ha cambiado, en mi casa no estaban asfaltadas las calles y no pasaban coches, ahora está todo civilizado hasta con señales de tráfico.
Jajaja, no merezco tal honor querido, pero todo se andará algo escribiré un día.
Aunque soy bastante mayor que tu, has retratado perfectamente lo que fue mi infancia.
Gracias por el rato