Un invierno veraniego
Parece mentira que estemos finalizando el mes de Noviembre y andemos en manga corta, hoy sin ir más lejos me he levantado a las ocho menos cuarto, como cada día y como hacía fresquete y andaba un poco destemplada me he puesto un jersey de cuello vuelto, pero de algodón, ni siquiera de lana y a eso de las nueve y media de la mañana estaba sudando goterones de medio litro, ganas me han entrado de quitármelo, pero una no está ya para andar en camiseta de tirantes pegadita y encima sentada con todo el buche fuera, así que he me he dicho : antes muerta que sencilla! y he aguantado estoicamente los 24 grados que teníamos en Bcn.
Todo este otoño-invierno trastocado no se si debe formar parte del famoso cambio climático o que, pero desde luego no es normal, incluso creo que los biorritmos me van como una brújula imantada, estoy como premenopaúsica, de repente tengo calor, de repente tengo frío, no se extraño y mi abrigo nuevo colgado del armario con su etiqueta y todo.
Los pobres comerciantes de ropa, se podría decir que están haciendo el agosto con los restos de verano que les quedan, por que lo que son plumones y pantalones de pana, siguen colocados en los maniquíes. Ahora las calles parecen una especie de carnaval, unas llevan botas y otras chanclas, unas chaqueta de lana y otras camisetas de tirantes. Mientras en la tele dan ya los anuncios de turrones, de cava y el famoso de Freixenet, todos bajo un atrezzo más propio de Laponia que del Mediterraneo, pero el espíritu navideño que no falte.
Y tú, como lo ves?
Comentarios
Carpe Diem
Un besi
El tiempo está loco, loco, loco.
Y además, con una miaja de frío que hace a media madrugada, ha bastado para joderle la batería a mi coche, así que hoy no arranca.
En fin, así es la vida, contra el tiempo y la madre que parió a la Naturaleza no podemos hacer nada, nosotros, pobres mortales.